¿Por qué la fibromialgia no es una enfermedad, sino un síndrome?
El término enfermedad se refiere a una alteración del organismo que tiene una causa conocida, una evolución previsible y un tratamiento específico y habitualmente efectivo. Por ejemplo, la neumonía es una enfermedad porque sabemos qué la provoca (un agente infeccioso), cómo evoluciona y cómo tratarla (con antibióticos).
En cambio, un síndrome es un conjunto de síntomas y signos clínicos que se presentan juntos de manera recurrente, pero que no tienen una causa única identificada ni un patrón fisiopatológico claro. Además, a menudo pueden tener múltiples orígenes o factores que los desencadenan y mantienen. Esto es lo que ocurre con el síndrome fibromiálgico.
El síndrome fibromiálgico se considera un conjunto de síntomas diversos y persistentes, más que una enfermedad propiamente dicha, porque no se puede atribuir a una única causa identificable ni se detectan alteraciones estructurales con pruebas médicas habituales. Los pacientes pueden presentar dolor generalizado, fatiga, trastornos del sueño y dificultades cognitivas —entre muchos otros síntomas descritos—, con una variabilidad notable entre individuos y a lo largo del tiempo. No existe un tratamiento universalmente eficaz, y los abordajes suelen ser sintomáticos y multidimensionales. Además, la fisiopatología aún no está claramente definida, aunque se plantean mecanismos como la sensibilización central o la disfunción en el procesamiento del dolor.
Siete años de investigación, una nueva mirada: el síndrome fibromiálgico y la fasciopatía superficial
Después de más de siete años de investigación clínica, las doctoras Marta Expósito Izquierdo y Marta Cañis Parera han podido constatar un patrón común en la mayoría de pacientes diagnosticados con síndrome fibromiálgico: la presencia de una fasciopatía superficial generalizada. Es decir, se han identificado múltiples áreas del plano subcutáneo donde las fascias presentan signos claros de congestión, hiperalgesia y alteración funcional.
En muchos de estos casos, los pacientes tratados con la técnica PMS experimentan un alivio significativo de los síntomas, como el dolor o las limitaciones en la movilidad. Además, muchos también refieren una mejora en la calidad del
Más allá del dolor: la PMS como alivio y comprensión
Aplicar la técnica PMS en pacientes con síndrome fibromiálgico aporta un doble beneficio: por un lado, alivia el dolor asociado a la fasciopatía superficial, desinflando los tejidos y recuperando su definición anatómica; por otro, ofrece una explicación tangible al dolor difuso, haciendo visible una alteración estructural real. Esto no solo contribuye a la mejora física, sino que ayuda al paciente a comprender mejor su trastorno, rompiendo la sensación de que “todo está en la cabeza”. La PMS no cura el síndrome fibromiálgico, pero puede reducir sus síntomas y aportar claridad en el proceso de comprensión y aceptación.
Una puerta abierta a la investigación futura en el síndrome fibromiálgico
Ahora se abre un nuevo horizonte para la investigación científica: la congestión de la fascia superficial como elemento clave en el estudio de los síndromes dolorosos generalizados. Este enfoque no solo permite explorar nuevas estrategias terapéuticas, sino que también apunta hacia una redefinición del paradigma clínico y científico en relación con el dolor difuso y las alteraciones de los tejidos blandos.
CAF, un nuevo paradigma para entender el dolor fibromiálgico
Desde la Unidad de Investigación del CAF, asumimos este reto con convicción: cambiar la manera en que se comprende y se aborda el síndrome fibromiálgico. Sabemos que, demasiado a menudo, las personas que conviven con este síndrome han sido mal atendidas o incomprendidas por un sistema médico que no ha sabido dar respuesta a la complejidad de su sufrimiento.
Estamos decididas a divulgar nuestros hallazgos y a compartir el conocimiento acumulado, con la esperanza de que esto tenga un impacto real en las ciencias médicas, y contribuya a ofrecer un mejor manejo y una mejor comprensión de este trastorno por parte de la comunidad sanitaria.
💬 Abrimos el debate:
¿Crees que el concepto de fasciopatía superficial puede ayudar a entender mejor el dolor difuso del síndrome fibromiálgico?
¿Has experimentado, como paciente, la incomprensión del sistema sanitario? ¿Alguna vez has sentido que tu dolor “no tenía explicación” y que nadie te entendía?
¿Cómo imaginas que puede evolucionar la investigación en este campo en los próximos años?
¿Qué estrategias terapéuticas te gustaría ver aplicadas o investigadas en relación con el síndrome fibromiálgico?